
10 Consejos para dejar a tu perro en una residencia canina
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En La Casa de Turrón sabemos que tu perro no es una mascota más, si no que es uno más de la familia. Por eso, entendemos perfectamente que, cada vez que planeas unas vacaciones, solo buscas lugares a los que él también pueda venir. Road trips o viajes por carretera, coger un ferry, alojamientos pet-friendly, escapadas a la montaña o a una casa rural donde él pueda corretear libremente…
Sin embargo, hay veces en las que no es posible. Hay ocasiones en las que coger un avión es inevitable: un viaje al extranjero, una boda, un reencuentro familiar al otro lado del mundo o incluso un viaje de esos que has soñado durante años. Y aquí viene el pensamiento que muchos intentamos esquivar: “¿Y qué hago con mi pequeño?”.
Queremos que lo sepas desde ya: dejar a tu perro en una residencia canina no tiene que ser un drama (aunque nos cueste). No significa que seas peor persona, ni que lo quieras menos. A veces, cuidarlos también es tomar decisiones que garanticen su seguridad y bienestar cuando tú no puedes estar. Así que, si esta vez no puede acompañarte, no te sientas mal. Hoy te compartimos algunos consejos útiles para que tú puedas viajar tranquilo y él esté feliz, cuidado y se pueda divertir.
1. Elige la residencia canina con tiempo (¡y con amor!)
No todas las residencias son iguales, y no todos los perros tienen las mismas necesidades. Algunos son muy sociables, otros necesitan tranquilidad; algunos tienen rutinas estrictas, otros se adaptan mejor a lo nuevo o tienen más energía. Por eso, lo ideal es buscar con tiempo y no dejarlo para el último momento. Sobre todo en época de vacaciones, donde muchas residencias (sobre todo lo mejores) se llenan pronto.
Haz una pequeña lista de residencias recomendadas por otras personas con perros. Investiga en redes, lee opiniones, pregunta en tu veterinario o a tus amigos del parque. Cuanto más sepas del sitio y mejor lo conozcas, más tranquilo te sentirás.
2. Visita las instalaciones antes de tomar una decisión
Siempre que puedas, ve tú mismo a conocer la residencia. Lo ideal (si no es obligatorio) es que tu perro también vaya para que pueda conocer las instalaciones y a otros perros). Observa el ambiente, cómo es el trato del personal, si los perros están separados por tamaño o temperamento, si hay zonas al aire libre y jardines o campo para que puedan correr libremente, si todo está limpio y ordenado. Confía en tu intuición. Si tú no estarías cómodo dejando allí a tu perro, probablemente él tampoco lo estaría.
También es importante preguntar por el número de perros que alojan al mismo tiempo y cuántas personas los cuidan. La ratio cuidador-perro es clave para que tu peludo reciba atención de calidad.
3. Haz una prueba corta antes del gran viaje
Si nunca ha estado en una residencia, lo ideal es hacer una pequeña estancia previa, de una noche o fin de semana, para ver cómo reacciona. Así no lo dejas directamente por varios días en un sitio desconocido, y él podrá empezar a familiarizarse con el lugar, los olores, los sonidos y las rutinas.
Muchos centros ofrecen esta opción y además te pueden dar un informe sobre cómo se comportó, si comió bien, si jugó, etc.
4. Lleva su comida habitual
Muchos perros tienen problemas digestivos o comen un tipo de comida concreto (pienso de una marca específica, comida natural o dieta barf), por lo que es muy recomendable seguir dándole esa comida aunque tú no estés para evitar malas digestiones, alergias o diarreas.
5. Ten sus papeles y vacunas al día
La mayoría de las residencias caninas requieren:
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Cartilla veterinaria actualizada
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Vacunas obligatorias (como la antirrábica y la pentavalente)
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Desparasitación interna y externa
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En algunos casos, test de leishmaniasis o la vacuna de la tos de la perrera
Revisa esto con antelación para no tener problemas al ingresar. También es útil dejar los datos del veterinario por cualquier emergencia.
6. No hagas una despedida dramática
Este punto cuesta, lo sabemos. Pero la forma en la que te despides puede influir mucho en cómo lo vive tu perro. Si tú estás nervioso o te pones triste, él lo notará y puede aumentar su ansiedad.
Lo mejor es que actúes con naturalidad, como si lo dejaras unas horas con un amigo. Dale cariño, pero sin montarle una escena. Así él entenderá que no es nada malo ni definitivo.
7. Comunicación durante tu ausencia
La mayoría de residencias tienen servicio de seguimiento con fotos, vídeos o actualizaciones por WhatsApp o redes. Pregunta si ofrecen esto, ya que puede darte tranquilidad ver cómo está y confirmar que todo va bien.
En muchos casos, sobre todo si viajas al extranjero y puedes estar incomunicado durante unas horas, conviene dejar un teléfono de contacto de emergencia en tu ciudad (coméntaselo a algún familiar, amigo o vecino).
8. Prepáralo emocionalmente unos días antes
Los perros son muy sensibles a los cambios de rutina, así que empieza a prepararlo poco a poco:
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Practica pequeñas ausencias sin él
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Reduce la intensidad de los mimos justo antes de partir
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Haz ejercicio físico el día anterior para que llegue más relajado
Estas pequeñas acciones pueden ayudar a que su transición sea más suave.
9. Confía en tu decisión (y en tu perro)
Has investigado, has preparado todo con cariño, y has tomado una decisión responsable. No te castigues. Tu perro lo notará menos de lo que tú imaginas y, en muchos casos, se lo pasará genial: hará nuevos amigos, correrá por espacios abiertos, jugará con cuidadores que lo entienden, y volverá contento.
10. Recíbelo con amor (¡y algún regalito!)
Cuando vuelvas, prepárate para el reencuentro con mucha alegría… y si puedes, sorpréndelo con algún juguete nuevo. Un arnés bonito, un juguete interactivo o una nueva correa para sus paseos. En La Casa de Turrón tenemos un montón de ideas para consentirlo y celebrar su paciencia 🐶💛
En resumen…
No siempre podemos llevar a nuestros perros de vacaciones, y eso está bien. Lo importante es organizarlo bien, elegir un buen lugar y prepararlo todo con tiempo y cariño. Una residencia canina no es una separación triste: puede ser una experiencia divertida, segura y positiva para ambos.
¿Tú ya lo has vivido alguna vez? ¿Tienes algún consejo extra para otros papás y mamás perrunos? ¡Te leemos en los comentarios!